El Nitrógeno es el elemento fertilizante más importante para el crecimiento y la salud de nuestro césped, tras el aporte de agua y dióxido de Carbono. Este elemento es el más abundante en nuestro aire, constituyendo el 78% del mismo. Si bien no es posible su uso para la mayoría de los casos, a excepción de ciertos microorganismos que utilizan la enzima nitrogenasa para su fijación, combinando ese Nitrógeno con Hidrógeno para formar amonio.
Fue a principios del siglo XX cuando las necesidades fertilizantes apremiaban debido al crecimiento de la población mundial y su demanda de alimentos. Gracias a los científicos Haber y Bosch (premios Nobel de Química) se desarrolló a escala industrial el proceso de fijación del Nitrógeno atmosférico para la generación de fertilizantes Nitrogenados de síntesis industrial. Su uso se estandarizó en detrimento de los abonos orgánicos tradicionales. El proceso de Haber Bosch, no obstante tiene un impacto ecológico muy importante y perjudicial para el medio ambiente.
La producción de amonio a través del proceso Haber-Bosch es responsable del 1-2% de la energía global consumida y el 1.44% del CO2 emitido
Cell Press (ScienceDirect)
El nitrógeno es clave en nuestro césped puesto que es el máximo responsable del crecimiento general. Existen situaciones en las que los aportes de Nitrógeno son difíciles de asegurar en nuestras superficies deportivas debido a: pérdidas por lixiviación debido a las elevadas tasas de infiltración que exigen nuestros greens o campos de fútbol; necesidad de recuperación de chuletas provocadas por jugadores de golf; tráfico de jugadores en los campos de fútbol que demanda la recuperación de tejido vegetal. Sin olvidar las restricciones medioambientales con Leyes tales como la Ley de protección del mar menor en la región de Murcia o la protección de acuíferos. O evitar problemas muy frecuentes como la eutrofización de lagos en campos de golf por exceso de nutrientes provinientes de la fertilización de calles. Por tanto la incorporación continua de este elemento de forma sostenible y con el mínimo impacto ambiental podría parecer utópico. Tiloom ha encontrado la solución perfecta, BlueN, el primer biofertilizante de Nitrógeno de máxima eficacia.
BlueN asegura un flujo contínuo y sostenible de Nitrógeno para la recuperación de nuestros campos deportivos
BlueN, es un biofertilizante compuesto por la bacteria endófita exclusiva Methylobacterium symbioticum, que proporciona Nitrógeno a la planta de forma natural. Mediante la enzima nitrogenasa consigue reducir el nitrógeno atmosférico (N2) a amoniaco (NH3) y realizar la síntesis de aminoácidos de forma contínua.
Existen otros microorganismos que consiguen realizar la reducción de Nitrógeno igualmente, pero BlueN es el primer producto natural con resultados probados en el mercado.
Los estudios realizados han demostrado que este tipo de herramientas pueden representar del 30 al 50% de las necesidades anuales de nitrógeno (Vadakattu & Paterson 2006)
Symborg ha desarrollado una variedad de Methylobacterium symbioticum que han llamado BlueN. Un potente fijadorar del Nitrógeno está compuesto por la bacteria Methylobacterium symbioticum endofítica exclusiva y patentada, que proporciona nitrógeno de forma natural a la planta mediante una relación simbiótica.
El uso de este tipo de microorganismos en el suelo es clave para el mantenimiento sostenible de los campos, el ahorro de dinero en fertilizantes inorgánicos y la disminución del impacto ambiental.
Si quieres incluir prácticas sostenibles en tu campo contacta con info@tiloom.com y te enseñaremos como hacer que tu campo sea un lugar más sostenible.
4 Respuestas
Excelente trabajo muchachos. Continuen así
Muchas gracias. ¡Hacemos lo posible por mejorar día a día!
Cuál es el mejor momento o estación del año para aplicar BlueN sobre césped deportivo C3 y C4, dosis y cuantas veces al año?
Donde lo puedo encontrar en mexico, alguien lo vende