Los sistemas de defensa natural vegetal pueden ser activos o pasivos en función de la forma que tenga de repeler los síntomas de los ataques bióticos o abióticos.
El estés abiótico se debe a los factores ambientales como el frío, la sequía, o el calor. Por otro lado, el estrés biótico se debe por organismos como hongos, bacterias, virus o insectos.
Biótico → Ser vivo
Abiótico → Ambiente inherte
Las plantas para resistirse a los ataques tiene distintas formas de resistencia. Si la planta activa barreras físicas extraordinarias como engrosamiento de las barreras celulares o la exudación de químicos como terpenos, alcaloides o fenoles, se conoce como resistencia activa.
Las formas pasivas de resistencia se disparan tras el contacto entre el estrés. En ese momento las señales que se producen desencadena activadores de resistencia, tambien conocidos como “elicitores“
Resistencia Activa
La resistencia activa se puede estimular con distintas moléculas.
- Silicio – Aumenta la actividad fotosintética y encimática. Endurece la cutícula y aumenta la resistencia a la salinidad.
- Glicina Betanina – Osmoregulador que incrementa la resistencia a la sequía.
- Aminoácidos – Son los precursores de los procesos hormonales de defensa ante el estrés.
- Vitamina C – Antioxidante.
- Quitosano – Actúa frente al estrés biótico induciendo la resistencia de la planta frente a ‘antracnosis’, ‘fusarium’, ‘sclerotinia’.
- BPCP ( Bacterias Promotoras del Crecimiento) – Potencian el crecimiento de las plantas y la protegen ante patógenos.
- Trichodermas y Micorrizas – Mejoran la absoción de agia y nutrientes, protegen de patógenos del suelo.
- Algas – Incorporan hormonas, son osmoreguladores y aumentan la biodisponibilidad.
Resistencia Pasiva
Tras el encuentro entre el estrés y la planta, o la inducción por elicitores externos se genera resistencia pasiva que se conocen como Resistencia Sistémica Adquirida ‘SAR’ y Resistencia Sistémica Inducida ‘IRS’.
La resistencia sistémica adquirida (SAR) es una respuesta de defensa activa, sistémica, de amplio espectro que se asociada a una alta expresión de genes de defensa (Hammerschmidt 1999). En la mayoría de los casos, SAR es igualmente efectiva contra hongos, bacterias, virus o nemátodos, independientemente del organismo inductor (Ryals et al. 1996).
El ácido salicílico es la molécula que ha mostrado mayores evidencias de estar involucrada en las vías de SAR (Mauch-Mani y Métraux 1998).
Favoreciendo, por tanto, la cantidad de ácido salicílico en la planta, incrementaremos sus defensas frente a hongos biótrofos y hemibiótrofos.
“TRY EQUAL”, incorpora en su formulación una proporción de ácidos fenólicos (un derivado del ácido salicílico) por lo que incrementa la SAR de la planta; su defensa frente a hongos biótrofos y hemibiótrofos.
La resistencia sistémica inducida (ISR) se desarrolla, generalmente, por colonización de las raíces por rhizobacterias. Se caracteriza por estar mediada por vías sensibles al ácido jasmónico y al etileno e independiente del ácido salicílico (Pieterse y Van Loon 1999). La producción de etileno, está influenciada por otras fitohormonas como el ácido abscísico.
Por lo tanto, incrementando la cantidad de ácido jasmónico y etileno, incrementaremos las defensas de la planta frente a hongos necrótrofos y hemibiótrofos.
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Carlos Ortiz del Río, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales. Desde abril de 2002, Gerente de TRY COMPANY ABONOS y Responsable Técnico y Comercial de todos los abonos líquidos nutricionales de la empresa.