Los biopesticidas representan una alternativa ecológica y sostenible a los pesticidas químicos tradicionales, desempeñando un papel crucial en el manejo integrado de plagas. A continuación, profundizaremos en su definición, aplicaciones y avances tecnológicos que los sitúan en la vanguardia de la protección de cultivos.
Definición y clasificación
Los biopesticidas son preparados comerciales de origen animal, vegetal, bioquímico (feromonas, extractos vegetales, etc) o microbiano (bacterias, hongos, virus y levaduras), es decir productos biotecnológicos de organismos vivos o de sus metabolitos que se encuentran de forma natural en la naturaleza. Deberán estar autorizados previamente e inscritos en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios de la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria.
Categorización de biopesticidas
La categorización de los biopesticidas se puede realizar según su origen, incluyendo agentes microbianos, derivados de plantas, bioquímicos y reguladores de crecimiento de insectos. Esta clasificación ayuda en la identificación de productos específicos para aplicaciones dirigidas. Podríamos clasificarlos según su origen en:
- Microbianos:
- Bacterias: Ejemplo, Bacillus thuringiensis (Bt), que produce toxinas específicas contra insectos.
- Hongos: Como Trichoderma spp., que controla enfermedades de plantas mediante la competencia por nutrientes y espacio.
- Virus: Virus de poliedrosis nuclear (VPN), que infecta y mata insectos específicos.
- Levaduras y otros microorganismos: Beneficiosos por su acción antagónica contra patógenos.
- Bioquímicos:
- Feromonas: Utilizadas para la confusión sexual de plagas o su atracción a trampas.
- Extractos vegetales: Incluyen alcaloides, terpenoides y otros compuestos con actividad insecticida, fungicida o herbicida.
- Derivados de plantas:
- Piretrinas naturales: Extraídas de Chrysanthemum cinerariifolium, actúan como neurotoxinas en insectos.
- Aceites esenciales: Con propiedades insecticidas, fungicidas y repelentes, extraídos de diversas plantas.
- Reguladores de crecimiento de insectos (RCI):
- Análogos de hormonas: Sustancias que interfieren con el desarrollo y la reproducción de los insectos, como los inhibidores de la síntesis de quitina.
- Agentes de control biológico:
- Enemigos naturales: Incluye la liberación de predadores, parasitoides y patógenos específicos de las plagas para su control biológico.
Desafíos en su aplicación
A pesar de su eficacia demostrada en laboratorio, la aplicación en campo de los biopesticidas enfrenta desafíos debido a la variabilidad en condiciones ambientales y la diversidad biológica, lo que puede afectar su efectividad. Es crucial, por tanto, su integración en un manejo integral de plagas, considerando las interacciones con el ecosistema.
Avances en bioinsecticidas
En el ámbito de los bioinsecticidas, la industria biotecnológica está invirtiendo en el desarrollo de preparados basados en ARNi (interferencia de ARN), una tecnología que bloquea la función del ARN mensajero en los insectos objetivo, evitando la producción de proteínas esenciales para su supervivencia. Esta tecnología, conocida por su aplicación en vacunas contra el SARS-CoV-2, promete ser una herramienta revolucionaria en el manejo de plagas.
Los nuevos productos que resulten de los avances en tecnología de bloqueo de la molécula de ARN mensajero serán probablemente los nuevos instrumentos clave en el manejo agronómico.
Tecnología ARNi en la protección de cultivos
Los bioinsecticidas basados en ARNi representan una estrategia altamente específica y de bajo impacto ambiental, diferenciándose significativamente de los métodos convencionales por su precisión y seguridad.
Historia y evolución de los biopesticidas
El uso de biopesticidas comenzó en 1920 con Bacillus thuringiensis (Bt), una bacteria que produce proteínas insecticidas. Por su especificidad y bajo impacto ambiental, los productos basados en Bt son líderes en el mercado de insecticidas biológicos, demostrando la capacidad de estas tecnologías para ofrecer soluciones sostenibles y eficaces en el manejo de plagas.
Microbioma del suelo: la defensa natural
La comprensión del microbioma del suelo es fundamental para diseñar estrategias efectivas de defensa natural en greens, tees o campos de fútbol. El conocimiento profundo de los mecanismos de defensa naturales permite desarrollar tácticas de manejo biológico ajustadas a las necesidades específicas de cada entorno, potenciando la salud del suelo y la resiliencia de los cultivos.
Consultoría especializada para la lucha biológica
Consultoría especializada, como la ofrecida por Tiloom, es esencial para adaptar estas estrategias innovadoras de lucha biológica a las necesidades específicas de cada caso, maximizando la eficacia de los biopesticidas dentro de un enfoque integrado de manejo de plagas.
Con la creciente necesidad de métodos de producción agrícola sostenibles, los biopesticidas se presentan como herramientas fundamentales en la búsqueda de un equilibrio entre la protección de cultivos y la conservación del medio ambiente. La investigación continua y el desarrollo de nuevas tecnologías prometen expandir aún más su potencial, ofreciendo soluciones innovadoras a los desafíos de la agricultura moderna.
Es importante así mismo conocer cuales son los mecanismos de defensa naturales de nuestros greens, tees o campos de fútbol para de esa forma diseñar la mejor defensa natural, cuestión que se puede determinar a través del conocimiento del microbioma del suelo. Puedes consultar con Tiloom para que te informemos de estas nuevas estrategias para tu lucha biológica.