Los nematodos son gusanos microscópicos, con un ciclo de vida de alrededor de un mes, que se encuentran en el agua, suelo, animales y plantas, tanto parásitos como saprofitos.
Los saprofitos ayudan a la descomposición de la materia orgánica e indican fertilidad. Otros se alimentan de insectos y de sus larvas, son aquellos que se utilizan en la lucha biológica como los del género Heterorhabditis y Steinernema. Y después están aquellos que causan daños en nuestros céspedes como Pratylenchus, Meloidogyme, etc. Así tenemos diferentes umbrales límites para diferentes especies por cada 100cc de suelo:
La toxicidad en orden creciente de peligrosidad es la siguiente: Pin;Ring<Cyst;Sheath;Lesion;Stubby-root;Dagger;Stunt;Spiral<Root-knot;Lance;Sting
Las poblaciones de nematodos fluctúan estacionalmente, si bien los picos de crecimiento se dan en primavera y otoño, ya que cuando las condiciones son óptimas para las plantas también lo son para los nematodos. Los daños se producen en las raíces y los síntomas serán similares a los de estrés hídrico o nutricional.
El tratamiento químico pasa por el uso bien de nematicidas sistémicos (se absorben y distribuyen por toda la planta) como Fenamiphos (Nemacur), muy efectivo contra ecto – endoparásitos u otros tratamientos como los basados en Ethoprop (Mocap), éstos no translocados a través de la planta.
Caben destacar los trabajos de investigación llevados a cabo por la dra. Kate Entwistle del Turf Disease Centre en Reino Unido, y que Tiloom utiliza para sus asesoramientos en fitopatología.