Fertirrigación. ¿Qué y cuánto aplicar?

Fertirrigación en golf

La fertirrigación es una herramienta que tenemos a nuestro alcance para gestionar mejor nuestras superficies deportivas. La tecnología nos permite monitorizar cómo funcionan los sistemas de inyección desde la distancia, a través de un PC o un smartphone, especialmente útil en estos tiempos de “Teletrabajo”. La monitorización puede realizarse de forma automática a través de la lectura de la Conductividad eléctrica, pH, etc.. Además podremos realizar lecturas de las concentraciones de los diferentes nutrientes en el nuevo agua de riego “fertilizada”.

La fertirrigación permite la dosificación nutritiva en muy bajas dosis, por lo que es un método de gestión muy sostenible que minimiza las pérdidas por lixiviación, volatilización y sobrefertilización. Siempre será necesario que el sistema de riego funcione de forma eficiente y esté bien calibrado. De hecho si los sistemas hidráulicos disponen de doble circuito, para usar dos calidades de agua de riego para zonas diferentes, sería muy interesante disponer de dos inyecciones diferentes. De este modo podremos disponer de diferentes planes de fertilización dependiendo de cada zona, distinguiendo por ejemplo entre greens y el resto del campo.

Imaginemos que nuestro agua de riego tiene una salinidad de 1760 ppm y que de esa salinidad, 15.2 ppm corresponden a Nitratos. Si activamos nuestro sistema de fertirrigación , en concreto a través de inyección de nitrato cálcico y aumentamos la concentración de Nitratos 10 veces, hasta 152 ppm (152 ppm NO3), como el Nitrógeno Nítrico resulta ser el 22% en peso, tendremos que multiplicar por 0.22 para conocer la cantidad de Nitrógeno nítrico que hay en ese agua. Es decir 152 ppm x 0,22 = 33,44 ppm de Nitrógeno Nítrico. Si aplicamos un riego diario (imaginemos según la Evapotranspiración de 1 mm), de 1 l/m2, estaremos aportando 33,44 mg de Nitrógeno Nítrico ( N-NO3) por cada m2 y día. Si lo multiplicamos por 30 días para conocer el aporte mensual, tendremos un aporte de 1003 mg N-NO3 por cada m2 y mes, es decir habremos aplicado 1 gramo de Nitrógeno/m2, cantidad suficiente para fertilizar unos greens de agrostis en Madrid en Abril, según el potencial de crecimiento del área de este ejemplo.

De igual forma procederíamos con el resto de fertilizantes según los % en los tejidos foliares. Si el % de Potasio en el tejido foliar es de aproximadamente la mitad que el Nitrógeno para nuestros greens o campos de fútbol, entonces deberíamos aportar aproximadamente una agua de riego con la mitad de Potasio que de Nitrógeno, osea 33,44 ppm /2 = 16,72 ppm de Potasio. De igual forma si el contenido foliar de Fósforo en condiciones óptimas de nuestro césped es del 0.5%, mientras el de Nitrógeno es del 5%, eso nos indica que las necesidades de fósforo serán la décima parte del Nitrógeno Nítrico, esto es 33,44 / 10 = 3,3 ppm de Fósforo en nuestra agua de riego. De forma similar se procedería con cualquier otro nutriente, y aconsejamos ser precavidos de no mezclar fertilizantes incompatibles entre sí que puedan dar lugar a precipitaciones en el tanque.

Por ello se recomienda tener varios tanques, uno por fertilizante, y en el peor caso realizar mezclas en probetas antes de cualquier mezcla en los tanques. Así el fósforo puede reaccionar con el sulfato de magnesio o con el sulfato cálcico para formar precipitados.

En este ejemplo concreto cubrimos las necesidades nutritivas de los greens o campos de fútbol a través de la fertirrigación, proporcionando exactamente las necesidades nutritivas en función exclusivamente del crecimiento del césped. Por cada litro de riego extra aportado incorporaremos 1 gramo de Nitrógeno; 0,5 gr de Potasio y 0,1 de fósforo por metro cuadrado al cabo del mes.

La aplicación de humectantes a través de la fertirrigación mezclándolos con los fertilizantes. El uso de los surfactantes en las superficies deportivas es idóneo y existen multitud de casos de éxito que puedes ver aqui: https://www.tiloom.com/agentes-tensoactivos-iii-casos-de-exito/ .

La aplicación de micronutrientes se recomienda realizarse de forma quelatada para evitar problemas de precipitación.

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