Todo el mundo realmente sabe que se extrae información valiosa de los restos de siega, pero no siempre se le da la importancia que realmente tiene. Recoger y medir los restos de siega es una tarea extremadamente sencilla y que aporta información extremadamente rica. No es simplemente un número.
Medir los restos de siega no es sencillamente un valor más de un campo, es toda una realidad que nos habla del estado del campo.
Tomar la medida de los restos de siega solo necesita de un par de minutos, y se necesita un recipiente graduado para verter el desecho desde la segadora. También es importante conocer el área que se siega, por lo que conviene segar por zonas separadas para poder evaluarlas por separado. Tras introducir los restos en el recipiente graduado presiona ligeramente para que no quede excesivamente aireado. La otra opción es pesar los restos en una báscula fija. Es realmente importante no fallar aún en las épocas que un depósito de la segadora da para varios greens.
Está claro que el técnico que siega los greenes sabe perfectamente la cantidad normal de volumen que se va a extraer de una siega, pero eso no quita de que sea necesario medirlo. Se pueden observar tendencias que pueden delatar un problema con anticipación. Cuando cambia la tendencia algo está pasando y hay que saber como relacionarlo. ¿Época del año? ¿Tráfico? ¿Enfermedad? ¿Fertilización? Es importante constatar que la planta responde a la actividad que se realiza y en que medida.
Si los restos de siega son elevados se puede jugar con la fertilización para disminuirlos y así ahorrar costes.
- Cuando los restos de siega son elevados la velocidad del green suele reducirse y cuando los restos son bajos, tiende a aumentar la velocidad del green. Esto se debe a que los tejidos con fuerte crecimiento son más blandos y absorben más la energía. En cambio los que crecen poco están más endurecidos y permiten más la rodadura. Desde luego no es la única variable que modifica la velocidad del green, pero en niveles de competición cuando se desea un green rápido y se ha optimizado el resto de variables como la compactación, la humedad y la altura del corte, actuar sobre el crecimiento puede marcar la diferencia.
- Observar los restos de siega permite al Greenkeeper valorar la presencia de enfermedad, la turgencia de las hojas o su color. En resumen permite echar un vistazo al estado de salud del cultivo.
El objetivo principal del greenkeeper es manejar adecuadamente el crecimiento de la pradera para las necesidades indicadas.
El manejo del crecimiento vegetal es el núcleo central del greenkeeping. Si se contempla un césped fino y poco vigoroso, incapaz de soportar el tráfico, se tomarán medidas para vigorizar la superficie, y si crece demasiado se bajará el ritmo del mantenimiento para frenar ese crecimiento. Conocer los restos de la siega es imprescindible para ello.
- Se puede utilizar tecnología como LaquaTwin para sobre los restos de siega conocer cual es su estado nutricional y ver si existen problemas. Los sensores de iones facilitan conocer la concentración de iones de distintos elementos como el Potasio, el Calcio, el Sodio o el NO3. Teniendo como referencia los niveles MLSN para valorar el nivel nutricional del suelo, se puede modificar esta variable aplicando mayor o menor fertilización. Si las concentraciones en hoja son correctas el crecimiento será bueno.
Además del uso de la tecnología, conocer el volumen de residuos te dará confianza en saber que se esta realizando un buen trabajo nutricional, permitiendo ahorrar fertilizantes cuando el crecimiento sea elevado. Si el crecimiento está acorde las labores de mantenimiento se podrán reducir y si es deficiente aumentar hasta llegar al equilibrio.
En resumen, conocer con precisión los restos de siega nos dará una fotografía diaria del estado del campo, pudiendo obtener información muy valiosa que nos permitirá ahorrar costes y precedir problemas.