Detección de enfermedades en césped VI. Antracnosis

La antracnosis en césped es una enfermedad fúngica ampliamente reconocida por su capacidad para causar daños significativos en campos de golf, áreas deportivas y paisajes verdes. Desde su descubrimiento en los primeros años del siglo XX hasta la actualidad, la antracnosis en césped ha sido objeto de intensa investigación y desarrollo de estrategias de manejo para mitigar su impacto.

Agente causal:

El agente causal de la antracnosis del césped es el hongo Colletotrichum cereale, anteriormente conocido como Colletotrichum graminicola, aunque en algunas regiones como Corea, el hongo Microdochium bolleyi tambien se ha asociado a esta enfermedad. Este hongo puede sobrevivir en invierno como micelio o conidias asociadas con tejido vegetal infectado previamente. Además, el hongo puede sobrevivir como agregados de hifas pigmentadas llamadas apresorios, que se adhieren a las superficies de las plantas y producen clavijas de infección que penetran en los tejidos y provocan enfermedades.

El ciclo de vida del hongo incluye la producción de esporas en acérvulos de plantas enfermas, que pueden transportarse a plantas no enfermas a través del agua, calzado y equipo para césped. Una vez que las esporas germinan, las hifas emergentes forman apresorios que penetran en los tejidos de la planta y provocan la enfermedad

Síntomas:

Los síntomas de la antracnosis del césped pueden variar dependiendo de la especie de césped afectada y la época del año en que se produce la enfermedad. En general, la antracnosis puede manifestarse como una lesión foliar o una pudrición basal de la parte baja del tallo. En el caso de lesiones foliares, en agrostis aparecen manchas de color rojizo-marrón, mientras que en poa annua los síntomas incluyen manchas elongadas y cloróticas que contienen estructuras de color negro y portadoras de esporas. En algunos casos, las hojas más viejas pueden tornarse completamente acuosas.

Por otro lado, la pudrición basal ocurre cuando las vainas de las hojas en la base de los entrenudos son colonizadas por el hongo, lo que provoca que el tejido infectado se torne de color marrón oscuro a negro, y las hojas se tornen de color anaranjado a amarillo sin presentar lesiones. Además, se pueden observar aglomeraciones de setas o estromas infectivos de color negro en el tejido de la planta, que son estructuras productoras de esporas del hongo.

Especies más susceptibles:

La antracnosis del césped afecta principalmente a pastos de clima templado y frío, siendo Poa annua y el agrostis (Agrostis spp.) las especies más susceptibles a la enfermedad, sin embargo, también puede afectar a otras especies de césped.

Condiciones que favorecen la infección:

La antracnosis del césped tiende a desarrollarse en condiciones de estrés para el césped, como temperaturas extremas, sequía, tráfico excesivo, riego inadecuado, fertilización deficiente y suelos húmedos.

• Las temperaturas óptimas para el crecimiento del hongo causante de la antracnosis están entre 21 – 28°C, aunque la enfermedad puede ocurrir cuando las temperaturas del suelo y del aire son significativamente más bajas o más altas que este rango.
• La enfermedad se asocia con problemas del suelo, como la compactación, la estratificación de diferentes texturas del suelo, el uso de mezclas inferiores para la zona de las raíces y/o prácticas de construcción inadecuadas, que causan un drenaje restringido y un desarrollo deficiente de las raíces.
• Los suelos húmedos se asocian frecuentemente con brotes de antracnosis; por lo tanto, es más probable que la enfermedad ocurra después de períodos de lluvias excesivas y alta humedad.
• Cualquier condición que ralentice el secado del césped y las superficies del suelo, incluidos los períodos nublados, la sombra, la mala circulación del aire y el drenaje deficiente, tiende a exacerbar la antracnosis.
• Además, la deficiencia de nitrógeno y potasio en el césped puede aumentar la susceptibilidad a la antracnosis.

Control cultural:

El control cultural de la antracnosis del césped se centra en reducir el estrés del césped, ya que la enfermedad tiende a desarrollarse en condiciones de estrés para el césped. Algunas prácticas culturales que pueden ayudar a reducir la gravedad de la antracnosis incluyen la aireación del suelo, reducción de materia orgánica, uso de equipos de segadoras ligeras, incremento de la fertilización de nitrógeno, potasio y riego suficiente para prevenir el estrés por sequía.

Además, es importante realizar prácticas de manejo que alivien las condiciones de drenaje deficiente, compactación y superficies húmedas, como aireación, redirección del tráfico, reducción del riego y poda o eliminación de árboles.

Así mismo, pequeños aportes de nitrógeno en verano, aumentos de la altura de corte y pases de rulo ligeros en sustitución de siegas son otras estrategias muy recomendadas.

Control químico:

El control químico de la antracnosis del césped implica el uso de fungicidas específicos que están registrados para el control de esta enfermedad. Varios tipos de fungicidas son efectivos para el control preventivo y curativo de la antracnosis. Entre ellos se encuentran los fungicidas de contacto, como el clorotalonil, los fungicidas penetrantes, como la trifloxystrobina, y los fungicidas sistémicos, como el propiconazol.

Se ha observado resistencia en algún caso de Colletotrichum cereale a ciertos fungicidas, como el tiofanato de metilo y los fungicidas QoI (Inhibidores de la parte externa de la quinona/estrobilurinas), como la azoxystrobina, trifloxystrobina y pyraclostrobina. Por lo tanto, es recomendable alternar el uso de fungicidas penetrantes en diferentes clases y mezclar fungicidas de contacto con fungicidas penetrantes en un programa de control para retrasar la aparición de resistencia.

Análisis y diagnóstico de Antracnosis:

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